El anuncio de adelanto de las elecciones en Grecia y la posibilidad real de la llegada al poder de Syriza ha provocado una reacción en cadena que ni tan siquiera ha respetado el simulacro de Bondad de las fiestas Navideñas. Esta cascada de amenazas y análisis manipulados sobre las consecuencias de un cambio en la política económica griega pone al posible futuro gobierno de Syriza en el dilema de “Camina o Revienta” si quiere realmente evitar un colapso total del tejido productivo griego.
Resulta casi imposible crear un artículo que pueda aportar alguna novedad sobre Grecia en el aspecto ideológico e incluso en el visceral, pero estoy convencido que es posible aportar una visión más global y basada en los datos económicos para desmontar el discurso generado por los economistas a sueldo de intereses supranacionales y que desde los medios de comunicación de masas se dedican generan falsos argumentos, similitudes inconexas y datos mal interpretados de manera consciente con el fin de generar confusión entre la opinión pública.
Una primera idea que se intenta crear desde los medios de comunicación es que la situación actual y la crisis económica de Grecia es fruto de la nefasta gestión pública como consecuencia del excesivo gasto de las administraciones públicas.
Esta idea que puede resultar atractiva y fácilmente asumible, aún cobra más fuerza cuando se añade el dato de la deuda pública que alcanza el 175% del PIB.
El problema de las ideas que conectan verdades a medias y falsedades, es que si bien su música suena perfecta, cuando entramos en el fondo de los datos, la letra de dicha música nos muestra una realidad radicalmente distinta.
Si bien la corrupción en Grecia, al igual que en España es una lacra sistémica de la gestión del dinero público, los datos macroeconómicos de 2009 y 2010, año del comienzo del viacrucis para Grecia, se podrían calificar como extraordinarios comparados con los actuales.
El PIB de Grecia en 2009 era de 240.000 millones de euros y en 2010 de 226.210 millones de euros, si bien ya observamos un deterior importante del PIB, 13.800 millones de euros, sigue siendo extraordinario respecto al PIB de 2014 que se ha reducido a tan sólo 181.872 millones de euros.
Es necesario recordar que la voz de alarma en la Unión Europea salta en 2009 cuando la deuda pública griega alcanza el 113,4% del PIB. Desde entonces y gracias a la nefasta gestión de la Troika, con el FMI a la cabeza ha conseguido contraer el PIB de Grecia en 60.000 millones de euros, equivalente en términos porcentuales al 26%.
Visto de otra manera, Grecia ha destruido una cuarta parte de su tejido económico gracias a la gestión de la Troika.
Por lo tanto, la actual situación de la economía griega no es producto de la gestión de los gobiernos títeres de Grecia que carecen de poder a la hora de tomar decisiones económicas, sino directamente de la Troika conformada por el BCE, la Comisión Europea y el FMI, que por cierto, todas ellas son instituciones carentes de legitimidad democrática.
Una vez que queda claro quiénes son los culpables de la quiebra del tejido económico griego, que por cierto es una respuesta de Perogrullo parece necesario responder a la siguiente pregunta lógica, ¿Cuál ha sido la política económica de la Troika en Grecia?
La justificación de y el condicionado impuesto por la Troika a Grecia para recibir el rescate económico fue la reducción del déficit público y por lo tanto del gasto público en sectores como la educación, la sanidad, el gasto social, etc.
Estas medidas de austeridad extrema que han generado una crisis humanitaria en Grecia, ¿qué han conseguido?
Volvamos a los números, en abril de 2010, el déficit público se situaba en el -10,9%, en octubre de 2013 -12,2%, lo que supone un incremento del 1,9%.
En cuanto a la deuda pública, primer detonante del rescate a Grecia, como ya hemos dicho con anterioridad, en 2009 era del 113,4% y en la actualidad es del 175,1%, lo que supone un aumento del 61,70%.
Todo este fracaso de gestión para conseguir en términos absolutos una reducción del 10.674 millones de euros, que respecto al PIB de 2009 es poco más del 4% del PIB.
Esta política de recortes salvaje no sólo no ha conseguido más que una victoria pírrica, mientras que la ciudadanía ha visto como el desempleo pasaba del 12%, a más del 25% y la Tasa de Pobreza que rondaba en 2009 el 20% se ha multiplicado hasta el 44%. Todos estos sacrificios para no conseguir con la gestión de la Troika ni un solo avance en el terreno económico.
En cualquier caso, los párrafos anteriores no responden a la pregunta que se ha planteado de ¿Cuál ha sido la política económica de la Troika en Grecia? Ya que los dos únicos objetivo de la Troika son el pago de los intereses de la deuda y la continuidad en la inyección de liquidez al sistema financiero griego.
Desde la entrada de la Unión Europea tomo el control de la economía griega en 2010 hasta 2013, Grecia ha pagado la friolera de 45.315 millones de euros en intereses, curiosamente cantidad casi coincidente con la disminución del PIB griego durante el mismo periodo de tiempo que fue de 44.338 millones de euros.
Es fácil deducir que el pago de los intereses de Grecia se ha hecho a través de la venta del patrimonio público y del tejido económico de la economía real como evidencia la contracción del PIB.
El pago de los intereses es prioritario para la Troika con el fin de poder mantener la ficción generada por el gobierno alemán sobre su sistema financiero y que se presenta como un ejemplo de gestión de riesgo, cuando la realidad es muy distinta. Esta realidad nos muestra como los principales inversores en deuda, no fueron los grandes bancos, sino los pequeños bancos alemanes y que hubieran quebrado sino se hubieran dado tres condiciones.
No olvidemos que gracias a la crisis soberana de los países del sur de Europa, Alemania financia su deuda a interés negativo, o prácticamente gratis.
La segunda ha sido la connivencia del resto de los estados de la Unión Europea al permitir que Alemania siguiera ocultando esta esta quiebra de su pequeña banca permitiendo que quede fuera del control de Banco Central Europeo en la nueva normativa de la Unión Bancaria.
La tercera condición sería permitir que el pago de intereses de Grecia llegue al 30% de sus exportaciones, lo que hace que sea imposible la recuperación económica y por lo tanto aumenta el riesgo de impago de la deuda por parte de Grecia.
Para que nos hagamos una idea de la desproporción que se aplica a Grecia en el pago de intereses es que incluso supera los límites máximos de pago de intereses sostenibles que establecen tanto el FMI como el Banco Mundial que se mueven entre el 15% y el 25%. De hecho, la media que se suele aplicar va desde el 10% al 20% de las exportaciones.
La segunda prioridad de la Troika es la estabilidad del sistema financiero griego y para ello ha utilizado y obligado a utilizar enormes recursos al gobierno griego.
Antes de entrar en los datos, quiero reseñar que los medios de comunicación de masas mantienen que el actual descalabro económico no es causa del sistema financiero griego. Por ello creo, que de nuevo los números demostrar que dicha afirmación no es cierta.
En primer lugar porque si simplemente comparamos España con Grecia, tomando a España como un gestor eficiente de la economía tal y como nos quieren hacer ver desde la Unión Europea y Grecia como su contrapunto en este campo.
La realidad es que la deuda pública de España, creció más que la deuda griega. En España la deuda pública en el periodo 2010-2013 creció un 33,8%, mientras que el crecimiento de la deuda en Grecia fue del 29,1%.
Un poco más adelante también hablaremos de la quita griega y bajo que criterios se gestó.
Entremos en los datos de la NO crisis del sistema financiero griego, la Troika una vez establecido las ayudas directas al gobierno griego, separó de estas las destinadas al sistema financiero que en 2012 ascendieron a 5.731 millones de euros y en 2013 a 18.966 millones de euros. Esto suma un total de 24.697 millones de euros que tan sólo es una cuarta parte del dinero destinado al rescate del sistema financiero.
La Troika al igual del resto de los gobiernos europeos que han optado por ocultar las nuevas ayudas a los banco privados nacionales, optó en Grecia por sustituir las ayudas directas que quedaban reflejadas en el déficit público, por avales y otros instrumentos financieros a través de la deuda pública.
Este mecanismo encubierto y opaco para la opinión pública ha permitido inyectar a la banca privada 73.720 millones de euros, que junto a las ayudas directas sumarian 98.417 millones de euros, el 54,18% del actual PIB griego.
Una vez presentados los datos del NO rescate del sistema financiero griego, es más sencillo comprender por qué la quita griega no ha servido de nada, ya que la reducción de deuda del 26% sobre inversores particulares (este punto es importante ya que los inversores institucionales, los gobiernos y los bancos centrales sólo extendieron el plazo del pago, pero no redujeron ni un euro el importe de la deuda) se ha utilizado para generar nueva deuda para rescatar una y otra vez al sistema financiero griego.
En cuanto a las amenazas de expulsión de Grecia de la Eurozona no parecen muy reales excepto por que Alemania decida que Podemos en España es un peligro para su economía y decida sacrificar a Grecia como aviso a navegantes, ya que España sí que sería un auténtico problema para Alemania y para el actual status de la Unión Europea.
Además hay que tener en cuenta que la expulsión de Grecia supondría la denominación de su deuda en Dracmas, moneda que se depreciaría de forma inmediata una vez creada y por lo tanto la deuda sufriría una intensa minusvaloración.
Mi conclusión personal es que si Syriza gobierna en Grecia, sólo va a tener dos opciones, la primera, seguir con una política que priorice el pago de la deuda y por lo tanto termine destruyendo o reventando, como indico en el título del artículo la economía griega.
O intentar andar retomando el control de su soberanía, negociando e intentando cambiando las reglas del juego con el fin de recuperar en el medio plazo/largo el sendero de la recuperación económica sin tener que sacrificar a la ciudadanía e implantando las bases para evitar futuras crisis como la que esta teniendo que sufrir los ciudadanos griegos y europeos.
En este artículo incluyo un estudio de 2013 Deutsche Bundesbank y titulado “Optimal sovereign default (Situación óptima para el incumplimiento del bono soberano)” donde se estudia cual sería la situación óptima con el fin de reducir al máximo la pérdidas en caso de impago por parte de un país.
Como curiosidad os diré que se aplica como posición optima una deuda externa del 147% y una quita del 26%, condiciones que se aplicaron en el caso de la quita griega y que creo que podrían servir tanto a Syriza, como a Podemos como referencia de las estrategia utilizadas por los prestamistas internacionales en las negociaciones de reestructuración de deuda/quita.